domingo, 12 de julio de 2015

Dolor







Ojala existiera un botón donde se pudiera apagar, y si fuera mi botón yo lo apagaría para siempre. Muchas veces pensamos que no saldremos, que el dolor es tan profundo que ya no se puede soportar, creemos que nos va a corroer pedazo a pedazo hasta que no quede nada.

Como podemos recogemos lo que queda tras la tormenta y se lo damos al tiempo, si ese que dicen que todo lo cura.

No hay nada como el olvido, él nos libera.
La clave para superar tu dolor es creer que tu vida depende de ello, y a veces así es, o vives o mueres no hay punto intermedio.

La vida nos da golpes, unos más fuertes que otros y así parezcamos un boxeador a punto del knockout salimos con vida, derrotados tal vez, pero rendirnos, jamás.

Hay que aceptarlo, vivirlo y luego enterrarlo en lo más profundo.
Es el momento de surgir de las cenizas como el ave fénix, ¿te caíste? levántate, ¿estas perdido? encuentrate, deja lo que te hizo daño y opacalo con tu sonrisa.

Solo cuando dejas ir puedes nuevamente recibir,

Confusión


Amaneció.
La gente camina por las calles.
El cielo saluda tristemente a mi piel.
El tiempo corre sin espera.
Todo parece normal pero tiene impregnado un extraño aroma.




















No se si son mis ganas de correr o mis ganas de permanecer descalza.
El piso esta frio y congela cada centímetro de mi.
Tal vez mi mente solo juegue conmigo.
¡NO!
Son esos vidrios rotos, opacos, olvidados, que deje guardados, solo para recordar lo deteriorado 
que están mis sentimientos. 
Lo vacío que están los corazones y las almas.
Quiero saciarte de color y olvidar al Gris. Ese color despreciable que llena espacios y llena vidas.
Y a veces solo aveces me pregunto ¿qué sentido tiene?
¿Cuanto más debo esperar? o si solo debo olvidar.